Se puede tener una oferta gastronómica excelente y un servicio sublime; pero si no se cuenta con una correcta diferenciación y recordación, cualquier restaurante pierde singularidad y visibilidad.
Todos alguna vez hemos sido tentados y pecamos dándonos un gusto. Así fue como nació el naming y branding para Pequeño Pecado, los expertos de hacer de lo ordinario de una dona algo extraordinario y sin remordimiento.
Para este concepto de negocio definimos su valor diferencial de crear las donas más tentadoras y pecadoras y lo definimos en una propuesta visual atractiva fuera de los tradicionales códigos visuales que pueden tener una pastelería, dimos un tono rebelde, fuera de lo normal y que con coherencia creará un vínculo para mantenerse vivo en la mente del usuario.
